martes, 22 de febrero de 2011

SUCIEDADES CIENTÍFICAS: LOS CENSURADORES Y LOS MANIPULADORES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA.




manipulador, ra.


      1. adj. Que manipula.


Manipular.

3. tr. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc, con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.

censurador, ra.

1. adj. Que censura. U. t. c. s.

censura.

  1. f. Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o escrito.

De manera angelical y bienintencionada, me andaba documentando sobre las novedades que aportaban las nuevas guías de la Sociedad Europea de Cardiología acerca de la FA.

Vi un vídeo en la página de la Sociedad Española de Cardiología de un médico que, como el que da un telediario, desglosaba una por una las bondades de los nuevos algoritmos. A la vez que lo hacía, iba pasando folios, en una relación aproximada de 1 a 1, una bondad por folio.


http://www.secardiologia.es/libros-multimedia/videos-cardiotv/focus-monografias/3002-que-aportan-las-nuevas-guias-de-fa#


Habló de las nuevas cronologías para hacer clasificaciones teóricas, de la nueva escala de valoración para anticoagular, del papel de la ablación por catéter y cómo no, de los nuevos antitrombóticos y de Dronedarona (Multaq). El vídeo tiene fecha de Octubre de 2010 y puede que no se conociera nada de la hepatotoxicidad.


Yo había omitido el tufillo a conflicto de intereses que exhalaba la página web. Con poco entrenamiento, ya sabe uno cuándo la industria farmacéutica anda cerca. Yo veo una loncha de salmón ahumado en un Centro de Salud y sé que anda cerca. Veo una puesta en escena 2.0 bien maqueada y sé que anda cerca.


No quise ser mal pensado, y haciendo caso a los que me dicen que no puedo ser así ni ir así por la vida, escribí un comentario en el post, bien amable, expresando mi preocupación por el hecho de que aún obrando con buena conciencia, al tirar de hemeroteca, ese vídeo, afirmando que “la elección del tratamiento antiarrítmico ha de hacerse individualizada al paciente pero sobre todo buscando su seguridad y esto ha hecho [...] que dronedarona, que tiene un perfil de seguridad claramente mejorado frente a amiodarona, su precedesor [...] Y dronedarona por su perfil de seguridad ocupa un lugar muy muy prevalente”, resultaba un poco dañino para los jóvenes médicos en formación inocentes y bienintencionados como yo y para los higadillos de la población general. También les expresaba mi preocupación por el hecho de que una página que daba ese aspecto de pulcritud, de seriedad y de buen hacer, fiel reflejo de la sociedad (cardiológica y general) a la que sirven, no hubiera incluido entre sus contenidos hasta la fecha, ninguna información que alertara de la prescripción de este fármaco sin los controles analíticos necesarios.


Fuera de este debate, que no es el tema que me ocupa para haberme puesto a contar esta historia, el comentario que mandé fue publicado momentáneamente y retirado al día siguiente.


Hice un repaso de los comentarios de los post de la página y no pude hallar ni una crítica.


Como ya he dicho, estaba de buenas porque había aprendido que no se puede pensar mal de nadie, y menos de los compañeros. Les mandé otra amable nota que rezaba lo siguiente, habiéndome registrado previamente en la página, para evitar excusas ulteriores.


Queridos compañeros de la Sociedad Española de Cardiología: Bienaventurados los que promovéis el avance de la ciencia, pero creo que no debiera hacerse a costa del paciente. Está bien afirmar en su día que "la elección del tratamiento antiarrítmico ha de hacerse individualizada al paciente pero sobre todo buscando su seguridad y esto ha hecho.... que dronedarona, que tiene un perfil de seguridad claramente mejorado frente a amiodarona, su precedesor... Y dronedarona por su perfil de seguridad ocupa un lugar muy muy prevalente". Esto leído hoy, nota de la Agencia Española del Medicamento a 24 de Enero de 2011 de por medio, y varios casos de lesiones hepáticas con dos trasplantes de hígado a sus espaldas, creo que hace que debierais rectificar este contenido. No he encontrado ninguna información posterior en vuestra página, por cierto, que hable de esta calamidad yatrogénica. Dejé un comentario en este mismo sitio con fecha de 1 de febrero de 2011 y no lo veo. ¿Sabéis si es por alguna causa técnica? Un saludo. Quedo a vuestra disposición.”


Como en el caso anterior, al día siguiente mi comentario fue retirado.


Metí un comentario infiltrado positivo y no hubo problema ninguno para que permaneciera en la página. ¿Conocéis al tío Ramón?


http://www.secardiologia.es/libros-multimedia/videos-cardiotv/focus-monografias/2436-cuando-rm-y-cuando-angio-tc-en-paciente-con-patologia-aortica


Volví de nuevo, con mi nombre de registro, a rastrear la página. Me metí en Alertas Farmacológicas, y ni rastro de Dronedarona, ni de ningún otro.


Me leí el apartado quienes somos y conflictos de intereses en el que se habla del buen hacer de la sociedad. Un largo documento cargado de buenas intenciones. Patético.


Las cosas, casi nunca, parecen lo que son. Casi nunca son lo que parecen.


Seguro que casi todos los cardiólogos que pertenecen a la sociedad son personas honorables a las que le mueve la perfección en su ejercicio profesional y que se unen a una sociedad considerando todos los beneficios que puede tener eso para ellos y para sus pacientes, pero los jerifaltes de la sociedad creo que no buscan lo mismo. Su sociedad, me parece, no es otra cosa que una plataforma de la industria más, bajo la que ejercer su influencia.


Apéndice: No llevaba más de dos días como residente en Madrid cuando fui invitado a la presentación de una de las sociedades científicas de Medicina Familiar en un hotel impresionante de la ciudad. Recuerdo el deslumbramiento que me produjo el acto, y sobre todo, el catering.


Reconducir a los especialistas hacia el movimiento “No Gracias” es una utopía hoy por hoy. La cabra tira al monte.


Pero me gustaría enormemente que las sociedades de Medicina Familiar y Comunitaria, de las que tengo en general una impresión buena, de las que leo sus revistas que consigo en el mercado negro porque me gustan bastante, y en las que participan, creo, los mejores profesionales del país, no tuvieran ninguna relación con la industria farmacéutica. Me gustaría poder ir a algunas reuniones científicas que convocan sin abonar un pastizal o sin que me lo pague La Bicha.


Recuperar la dignidad y el prestigio social de nuestro oficio quizá sea otra utopía comparable a la antes mencionada. Pero presentarnos como un colectivo unido que garantiza la independencia de sus acciones respecto a la industria farmacéutica, quizá no sea una mala manera de presentarnos ante la sociedad. Quizá no sea un mala manera de empezar.

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Roberto Sánchez

Médico residente cuarto año Medicina Familiar y Comunitaria

Centro de salud Prosperidad

Madrid


Correspondencia: robertojosesan@yahoo.es

http://www.1palabratuyabastaraparasanarme.blogspot.com/


En este mismo blog: http://farmacriticxs.blogspot.com/2010/12/docencia-de-la-decencia.html




(Gracias Roberto!)

6 comentarios:

  1. Coño, desde Octubre sin decir ni Pamplona de Multaq y ahora sacan un comentario con una alerta, en el primer enlace, con fecha del 16 de Febrero, 5 días antes de publicar este post. ¡Qué casualidad! Pero da igual, bienvenida sea. Se agradece la rectificación. Denota buen hacer. ¿Alguien, por cierto, sigue pensando que somos unos trasnochados a los que nadie nos hace caso?

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  2. Sí. Aunque también podrían haber publicado libremente los comentarios que les llegaban. Eso denota su regular hacer :P

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  3. Muy agudo, Roberto.
    Hoy me ha pasado algo similar pero con una clínica privada.
    http://wp.me/pD3FL-19n
    Estamos en democracia, ¿no?
    La crítica, incluso la destructiva, no debe ser silenciada (siempre que no sea malintencionada y violenta). Pero no todos lo ven así.
    Saludos

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  4. Por eso los que tenemos sana inquietud científica caemos en el 2.0.
    Buscamos formación, información y contactar y compartir conocimientos con otros compañeros sin tener que irnos a puntacana o a marbella con los gastos pagados pero la conciencia un poco empañada.
    Por ello aplaudo las iniciativas que todos seguimos en twitter, rss o via blog.
    No estaría mal organizar algún congreso, encuentro o jornada virtual.
    Un saludo mentes científicas de un enfermero al que tampoco le saben las ruedas de molino.

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  5. Estimado Roberto,
    Como no podía ser de otra manera, respetamos las opiniones vertidas por usted en su blog ‘Una palabra suya bastará pasa sanarme’ o como autor invitado en ‘Farmacritics’. Sin embargo, nos vemos obligados a responder a algunas de las acusaciones directas que ha realizado en su artículo ‘Suciedades científicas: los censuradores y los manipuladores de la Sociedad Española de Cardiología’.
    El comentario que usted envió a nuestra web no fue eliminado por discrepar con el contenido del vídeo ‘Qué aportan las nuevas guías de FA’, sino por vulnerar el siguiente punto de nuestras normas de comportamiento: “Se suprimirán aquellos mensajes que: 1. Ataquen, amenacen o insulten directamente a una persona, personas o colectivo“. Lamentablemente, en el post que usted ha publicado en Farmacritics resumiendo la cronología de los hechos no incluye las dos últimas frases de su comentario original, precisamente aquéllas que nos obligaron, muy a nuestro pesar, a tener que eliminar su excelente aportación.
    Asumimos gustosamente el tono mordaz, sarcástico, irónico y provocativo que usted emplea en su interesante bitácora, pero estamos seguros de que también sabrá comprender el derecho que nos asiste para gestionar nuestro propio blog con una línea editorial diametralmente distinta a la suya.
    Por todo ello, le emplazamos a que siga enriqueciendo la página web de la SEC con sus valiosos comentarios siempre que lo desee, pero le rogamos que lo haga desde el respeto a las normas de comportamiento que rigen nuestra comunidad 2.0.
    En este sentido, le invitamos a visionar el vídeo que recientemente han grabado para nosotros los doctores Juan Tamargo y Jesús Almendral, y en el cual disertan sobre el tema motivo de su primigenia contribución: 'Dronedarona y función hepática'. ¡Esperamos sus nuevos comentarios!
    Aprovechamos la ocasión para mostrar nuestra gratitud por sus críticas, ya que son precisamente esos estímulos los que más nos ayudan a mejorar el servicio que ofrecemos a los miles de profesionales de la salud que nos siguen a diario.
    Por último, nos despedimos agradeciendo sinceramente sus elogios a la vistosidad de nuestra página web. Las personas que nos esforzamos continuamente en mejorar la presencia de la SEC en Internet, valoramos en gran medida las opiniones de aquellos usuarios que, como es su caso, demuestran conocimiento e interés por los portales y sitios webs de índole sanitaria.
    Reciba un cordial saludo,
    Comité Web SEC

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  6. Estimado amigo:
    No faltes a la verdad y menos diciendo que yo he omitido en mi post dos frases de mi comentario.
    Mandé dos comentarios. Uno primero que no conservo (que no fue de ninguna manera maleducado ni hiriente, ni nada de nada) y otro que conservo y reproduzco íntegro, que me quedé porque ya había decidido que vuestra clara manipulación 2.0 no podía quedar impune.
    Dime, por favor, dónde está el insulto, la amenaza o el ataque y reproduce esas dos frases que pronunció el mismísimo demonio.
    El segundo comentario es perfecto en su forma y fondo:
    “Queridos compañeros de la Sociedad Española de Cardiología. Bienaventurados los que promovéis el avance de la ciencia, pero creo que no debiera hacerse a costa del paciente. Está bien afirmar en su día que “la elección del tratamiento antiarrítmico ha de hacerse individualizada al paciente pero sobre todo buscando su seguridad, y esto ha hecho que dronedarona, que tiene un perfil de seguridad claramente mejorado frente a amiodarona,su predecesor… Y dronedarona, por su perfil de seguridad ocupa un lugar muy muy prevalente. Esto leído hoy, nota de la Agencia Española del Medicamento a 24 de Enero de 2011 de por medio y varios casos de lesiones hepáticas con dos trasplantes de hígado a sus espaldas, creo que hace que debierais rectificar este contenido. No he encontrado ninguna información posterior en vuestra página, por cierto, que hable de esta calamidad yatrogénica. Dejé un comentario en este mismo sitio con fecha de 1 de Febrero y no lo veo. ¿Sabéis si es por alguna causa técnica? Un saludo. Quedo a vuestra disposición.”
    Detrás de tus amables palabras de Comunity Manager, unas palabras sin duda pulcras, de traje y corbata, se esconde tu trabajo de limpiar la imagen de la empresa que te paga, y que mantiene relaciones de ninguna garantía ética (como todas las relaciones en este sentido) con la industria farmacéutica.
    Si la sociedad para la que trabajas no tiene ninguna relación con la industria farmacéutica tal y como pone en el apartado “Quiénes somos”, escribe aquí un comentario en el que digas: “La sociedad para la que trabajo no tiene ninguna relación con la industria farmacéutica” y podemos discutir los matices de vuestras normas de comportamiento.
    Muy bonito el vídeo del daño hepático del fármaco, sólo que un poco tarde, no tardasteis cuatro meses en anunciar a bombo y platillo los nuevos antitrombóticos, ni la Dronedarona.
    De todos modos, el único leitmotiv del vídeo no es alertar de la hepatoxicidad del fármaco, sino restarle importancia. Seguís erre que erre, por lo que veo. Todos vuestros contenidos huelen a conflictos de interés que tiran para atrás.
    Venga, a ver si me escribes un comentario en el que la segunda frase sea “La Sociedad Española de Cardiología no ha recibido ni un euro en ninguna modalidad del laboratorio que comercializa Dronedarona”
    A ver si te atreves, valiente.
    Un abrazo.

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